La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido un mensaje de solidaridad y profunda preocupación ante la creciente violencia en México, particularmente en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero. En su comunicado, la CEM expresó su cercanía espiritual con las víctimas de los recientes actos de violencia, que incluyen el asesinato del Secretario de Gobierno y la decapitación del Presidente Municipal, hechos que han sacudido a la comunidad.
Citando las palabras de San Juan Pablo II, «El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana», la CEM reafirma la necesidad urgente de restaurar la paz y la justicia en el país.
La Conferencia hace un llamado a la implementación de la Agenda Nacional de Paz como parte de un esfuerzo por detener la escalada de violencia que afecta a diversas regiones. Además, exhorta a las autoridades de todos los niveles a tomar acciones inmediatas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y asegurar que estos crímenes sean esclarecidos, restableciendo el Estado de Derecho.
En su mensaje, la CEM también invita a todos los sectores de la sociedad a unirse en la construcción de una comunidad más justa y fraterna, donde se respete la vida y prevalezca la paz. Asimismo, reitera su compromiso pastoral de acompañar a las víctimas de la violencia y trabajar por la reconciliación en las comunidades afectadas.
La Conferencia Episcopal concluye enviando sus condolencias a las familias de las víctimas, pidiendo a Dios consuelo para quienes sufren, y rogando por la paz en Chilpancingo y todo México.
«Que Dios bendiga y proteja a México», finaliza el mensaje de la CEM.