En un mensaje de profundo apoyo y solidaridad, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido un comunicado oficial ante los recientes desastres naturales que han impactado gravemente las regiones de Guerrero, Oaxaca y Michoacán. Las diócesis más afectadas, como Acapulco, Puerto Escondido y Lázaro Cárdenas, han sido escenario de devastación, lo que ha llevado al Episcopado a expresar su cercanía con las personas que han perdido tanto sus hogares como sus seres queridos.
El comunicado, firmado por el Secretario General de la CEM, Mons. Ramón Castro Castro, destaca el dolor de quienes han visto sus medios de subsistencia destruidos, y hace un llamado urgente a todos los fieles de México a unirse en una Jornada de Oración. Esta jornada busca ser un gesto de esperanza para aquellos que se encuentran sumidos en el sufrimiento, alentando a los fieles a que, mediante sus oraciones, ofrezcan consuelo espiritual a los afectados.
Además del componente espiritual, la CEM invita a las diócesis y parroquias de todo el país a actuar de manera concreta, movilizando recursos y esfuerzos en apoyo a las comunidades afectadas. En palabras del obispo Castro Castro, «la caridad cristiana nos llama a ser las manos y los pies de Cristo en la tierra», subrayando la importancia de la ayuda tangible para quienes enfrentan la adversidad.
El mensaje concluye pidiendo la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México, para que proteja a la nación en estos momentos de prueba. La CEM confía en la fortaleza y solidaridad del pueblo mexicano para superar este difícil reto, reafirmando su compromiso tanto en la oración como en la acción concreta.
La unión espiritual y la movilización solidaria se presentan como pilares fundamentales para enfrentar las consecuencias de los fenómenos naturales en estas zonas, en un gesto de fe y comunidad.