En una estrategia magistral, el Papa Francisco ha reorganizado la agenda del próximo Sínodo, apartando las controversias que han caracterizado encuentros anteriores y enfocándose en aspectos cruciales para el devenir de la Iglesia Católica.
Las experiencias «traumáticas» de pasados sínodos, donde debates sobre la ordenación sacerdotal de hombres casados y la comunión para personas divorciadas remarcaban las discusiones, han llevado al Pontífice a tomar una medida audaz. Francisco ha designado diez grupos de trabajo para abordar estas cuestiones espinosas, con el objetivo de presentar informes para junio de 2025, posponiendo cualquier decisión al respecto hasta entonces.
Este movimiento estratégico busca despejar el camino para que la próxima plenaria del Sínodo se enfoque verdaderamente en el tema central: «Cómo ser una Iglesia sinodal en misión». Es decir, cómo involucrar a todos los bautizados en los procesos de gobierno y toma de decisiones eclesiales.
Los diez grupos de trabajo abordarán una gama de desafíos, desde la mayor participación de la mujer en la toma de decisiones de la Iglesia hasta la formación sacerdotal que refleje la realidad contemporánea. Asimismo, se enfrentarán a dilemas éticos y morales sin generar divisiones.
El Papa, en una carta dirigida al cardenal Mario Grech, secretario general del sínodo, explicó la necesidad de un estudio profundo de estas cuestiones, reconociendo su complejidad y la importancia de abordarlas adecuadamente.
Entre los temas abordados por estos grupos se encuentra el papel de la mujer en la Iglesia, la formación de sacerdotes, el acompañamiento de los marginados y el papel de la Iglesia en el mundo digital.
Aunque no se incluye explícitamente la reflexión sobre excepciones al celibato sacerdotal, el cardenal Grech aclaró que se podría mencionar en el contexto de las relaciones con Iglesias orientales católicas o en la formación de futuros sacerdotes.
Además de estos grupos de trabajo, el Vaticano ha propuesto profundizar en cinco perspectivas teológicas para la asamblea de octubre, entre las que se encuentran el papel de las mujeres en la Iglesia y el estatuto de las Conferencias Episcopales.
Si bien el Papa ha pospuesto las controversias, queda claro que las decisiones que se tomen a raíz de estos debates marcarán el futuro cercano y lejano de la Iglesia Católica.
con información de Javier Martínez-Brocal
