Cada año, en pleno verano del hemisferio norte, los aficionados a la astronomía y los amantes de los fenómenos celestes aguardan con ansias la llegada de las Perseidas, también conocidas como las ‘lágrimas de San Lorenzo’. Estas lluvias de meteoros, que alcanzan su punto máximo entre el 12 y 13 de agosto, tienen un origen ligado a la tradición cristiana. Según se relata, San Lorenzo, mártir romano, fue quemado vivo en el año 250 el 10 de agosto, lo que ha llevado a vincular este fenómeno astronómico con sus lágrimas. La Sociedad Meteorológica Estadounidense ha anunciado que este año, el espectáculo de las Perseidas se extenderá desde el 14 de julio hasta el 1 de septiembre, siendo su clímax esperado durante la segunda semana de agosto.
Las Perseidas, un evento celestial de gran relevancia para los observadores del cielo nocturno, ocurren anualmente entre los meses de julio y septiembre. Durante su apogeo, los espectadores pueden contemplar numerosos meteoros brillantes y veloces cruzando el firmamento. La fuente de estos meteoros es el cometa Swift-Tuttle, cuyas partículas de polvo entran en la atmósfera terrestre, generando destellos luminosos similares a estrellas fugaces. A medida que estas partículas colisionan con la atmósfera, se desintegran y emiten destellos que se observan desde la Tierra. El cometa completa su órbita alrededor del Sol cada 133 años, con su última aproximación registrada en 1992.
El atractivo de las Perseidas no solo radica en su brillo y cantidad, sino también en los colores que iluminan el cielo. La fricción de las partículas del cometa con la atmósfera terrestre las calienta rápidamente, generando temperaturas de hasta 41,000 grados Fahrenheit. Esta intensa temperatura provoca la desintegración de las partículas y la creación de una estela luminosa. Los colores observados en los meteoros dependen de su composición elemental, que puede incluir sodio, magnesio, hierro y silicio. Las Perseidas serán visibles desde todo el mundo, con el hemisferio norte disfrutando de una posición más favorable, y los mejores momentos de observación serán en la noche del 12 al 13 de agosto.
No se requerirá un telescopio para disfrutar de este espectáculo celeste, ya que las Perseidas pueden ser contempladas a simple vista. Así que, para aquellos que deseen maravillarse con las ‘lágrimas de San Lorenzo‘, solo tendrán que levantar la vista al cielo nocturno y dejarse llevar por la belleza fugaz de este fenómeno astronómico.
