*En la primera infancia está definido el futuro de las próximas generaciones, incluso su nivel de productividad y desarrollo cognitivo, advierte la especialista Mónica Ancira Moreno.
*En México, sólo doce de cada cien mujeres embarazadas reciben atención médica de calidad, señala.
Para prevenir sobrepeso, obesidad y desnutrición crónica, que son detonantes de otras enfermedades y padecimientos como diabetes y hasta bajo coeficiente intelectual y afectaciones en la vida laboral en la edad adulta, es necesario establecer e implementar un programa enfocado hacia la primera infancia, en especial en los primeros mil días de vida.
Así lo expresó la doctora Mónica Ancira Moreno, académica de tiempo completo del Departamento de Salud e investigadora responsable del Observatorio de la Universidad Iberoamericana, al presentar indicadores sobre el estado de la salud materno-infantil en México elaborados por el think tank especializado en primera infancia Early Institute y el Observatorio Materno Infantil.
Al hablar sobre el panorama de la salud y la nutrición materno infantil en México y su impacto en la vida adulta y lo que significa para las generaciones por venir, la académica y profesional en el área de nutrición dijo que no existe un diagnóstico favorable sobre la política de salud materno infantil, por lo que es necesario una política pública especializada en los primeros tres años de vida de un bebé ya que en ese periodo se frenan o se generan afectaciones y males de la edad adulta.
Señaló que lo idóneo es que la mujer tenga al menos ocho consultas prenatales y atención por parte de un equipo multidisciplinario, para evitar riesgos o enfermedades en su salud y de la niña o niño por nacer.
“No hay programas ni políticas para atender situaciones como bajo peso y talla baja de los niños nacidos, así como desnutrición; y en las mujeres embarazadas para cuidar situaciones como la anemia, desnutrición o diabetes gestacional, entre otras”, explicó la especialista.
Dijo que en esta etapa de la vida humana es cuando se debe poner especial énfasis en atender y prevenir tempranamente todas las formas de mala nutrición y afectaciones de desarrollo cognitivo.
Se trata de cuidar hasta cómo van a ser las trayectorias de salud y enfermedad a lo largo de la vida, pero también qué herencia se va a dejar a las futuras generaciones y eso, agregó, se define con el suministro o consumo adecuado de hierro, zinc, ácido fólico antes, durante y después del embarazo.
En entrevista, Ancira Morena consideró que ante este diagnóstico poco favorable en materia de salud y nutrición en la primera infancia se necesita un programa intersectorial que asegure el crecimiento de niñas y niños sanos.
Es necesario garantizar una cobertura universal de vacunación, sin olvidar la práctica de la lactancia materna y así generar entornos alimentarios saludables y sostenibles tendentes a fortalecer la atención nutricional y de salud desde la primera etapa de la vida del ser humano, puntualizó.
Reveló que en organizaciones como Early Institute, un think tank mexicano especializado en primera infancia, además del Sistema de Indicadores de Primera Infancia, (SIPI) y el Observatorio Materno Infantil, entre otras instituciones han hecho diagnósticos sobre estos temas, además de que disponen de diversas herramientas para su consulta y análisis.
En ese sentido, la especialista hizo un llamado a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo a que con su equipo implemente una política pública de primera infancia y a que en el Plan Nacional de Desarrollo se considere programa o política específica en salud y nutrición durante los primeros mil días de un bebé.
EN CIFRAS
Actualmente, se registra una tasa de 82 por ciento de revisiones post parto. Hay un 18 por ciento de mujeres que dieron a luz, por diversas razones y carencias, no acuden a sus citas posteriores al parto. Esta cifra representa millones de mujeres mexicanas que requieren acompañamiento médico para asegurar su salud.
Del total de alumbramientos a nivel país, un 37 por ciento registra parto pretérmino, es decir antes de la semana 37 de gestación. Tan sólo este indicador debe llamar la atención de las autoridades de salud y del gobierno para reducir la incidencia. Se debe de ir al origen de este tipo de problemáticas de salud de la mujer embarazada
Un 7.1 por ciento de las niñas y niños nacidos vivos registran bajo peso al nacer. Ese es un problema que tiene que prevenirse, de ahí la importancia de que la mujer mexicana embaraza acuda al número mínimo de citas médicas, para poder atender situaciones de esa índole.
Solo un 42 por ciento de niñas y niños de cero a cinco años tienen completo el cuadro de vacunación básica.
Únicamente un 18.4 por ciento de la población de primera infancia, es decir, niñas y niños de 0 a 5 años, acude al número de consultas médicas necesarios en lo mínimo, que son ocho. Es decir, la gran mayoría de niñas y niños de 0 a 5 años no tienen consultas médicas para vigilar su desarrollo, y eso ya no se puede seguir así, concluyó.
Para más información puedes consultar en: https://earlyinstitute.org/sipimexico/