En los últimos años, la exploración del espacio ha experimentado un notable avance gracias al valioso aporte de los telescopios espaciales, con especial atención al lanzamiento del telescopio James Webb el 25 de diciembre de 2021. Esta tecnología ha permitido descubrir más de 5,000 planetas fuera del sistema solar, suscitando la constante pregunta sobre la posibilidad de vida en alguno de ellos. A pesar de estos avances, la tecnología actual de telescopios todavía enfrenta limitaciones para responder esta incógnita. El astrónomo y profesor de la Universidad de Arizona, Daniel Apai, ha desvelado su ambicioso proyecto en una columna de opinión en The Conversation: el Observatorio Espacial Nautilus.
Apai y su equipo han trabajado arduamente durante siete años en el desarrollo de este revolucionario telescopio espacial. Según Apai, el Nautilus sería capaz de recolectar «100 veces más luz» que el Telescopio Espacial Webb, lo que promete una visión sin precedentes del espacio. A diferencia de los telescopios tradicionales que emplean espejos para recoger la luz, el Nautilus reemplazaría estos por una nueva lente delgada y liviana. Esta innovación permitiría lanzar múltiples unidades en órbita, creando una red de telescopios que brindaría una potencia y capacidad de estudio sin precedentes.
Los proyectos de telescopios de gran envergadura, como el James Webb, son costosos y requieren años de construcción. Apai propone un enfoque alternativo con el Observatorio Espacial Nautilus, sustituyendo los pesados espejos por lentes de difracción más económicas y fáciles de producir. Aunque las lentes difractivas han sido subestimadas en el ámbito astronómico debido a la calidad de las imágenes que ofrecen, Apai plantea mejorar su claridad para superar estas limitaciones. Con telescopios más económicos y ligeros, se podrían crear instrumentos más grandes y potentes.
El Observatorio Espacial Nautilus aún está en proceso de desarrollo, pero los avances han sido significativos. El equipo de Apai ha demostrado la viabilidad de la tecnología en prototipos a pequeña escala. El siguiente paso es construir una lente de 1 metro de diámetro y enviar una versión de prueba del telescopio al borde del espacio mediante un globo de gran altitud. Si estas etapas se superan con éxito, el equipo de trabajo estará listo para presentar su propuesta a la NASA. De lograrlo, se abriría la puerta a la exploración de cientos de mundos en busca de posibles señales de vida, marcando un hito trascendental en la investigación espacial.