La noche del martes, los pobladores de Michoacán, Colima y Jalisco fueron testigos de un espectáculo celestial sorprendente cuando un cuerpo celeste, identificado como un bólido, iluminó por completo el cielo y generó un estruendo en varios municipios de la región. Cerca de las 21:40 horas, múltiples personas reportaron el fenómeno a través de las redes sociales, buscando respuestas sobre su origen y naturaleza.
Protección Civil Estatal de Colima informó que en algunos municipios se percibió un destello de luz acompañado de un estruendo similar al de un rayo, pero aún no se ha determinado la causa exacta del evento. El Centro Nacional de Comunicación y Operación de Protección Civil (CENACOM) está realizando monitoreos para investigar las causas de este acontecimiento inusual que dejó a los habitantes de la zona asombrados.
Según el geólogo Alejandro S. Méndez, lo que se pudo observar en la atmósfera fue un bólido o bola de fuego, un meteoro excepcionalmente brillante que explota en la alta atmósfera de la Tierra. Estos fenómenos son comunes, ya que diariamente la Tierra es bombardeada con fragmentos de roca del espacio exterior, sin causar afectaciones graves. En esta ocasión, el bólido tuvo un tamaño aproximado al de un automóvil pequeño y, al desplazarse a gran velocidad, generó una explosión que pudo ser vista desde varias regiones.
El Centro Universitario de Estudio Vulcanológicos (CUEV) también confirmó que se trató de un bólido y que la onda de choque generada por su entrada a la atmósfera pudo ser detectada por sus sismómetros y sensores de infrasonido. La señal fue registrada primero en las estaciones sísmicas ubicadas al sur del volcán de Colima, moviéndose del sur al norte, coincidiendo con las observaciones de sus estaciones de monitoreo.
El CUEV explicó que los bólidos son meteoros fulgurantes que dejan una estela luminosa mientras avanzan por el cielo, y al estallar generan un estruendo característico. Afortunadamente, la mayoría de ellos se desintegran en el aire, sin causar mayores problemas. A pesar del asombro inicial, la comunidad científica asegura que este fenómeno es parte de eventos naturales que ocurren desde hace millones de años y seguirán siendo objeto de estudio y fascinación para aquellos que miran hacia el cielo en busca de maravillas.
